Hola, me llamo Haydee Soto, tengo 6 años de matrimonio y soy mamá de Emma de 3 años y Elena de 1 año, ambos embarazos fueron prematuros de 31 y 35 sdg y de alto riesgo. Me gustaría platicar un poco sobre el luto en el post-parto.
Durante mi primer embarazo todo era perfecto, familia feliz, bebé super deseado y planeado, abuelos emocionados, lo que no sabía era que estaba por vivir lo más triste de mi vida.
Emma nació prematura y estuvo 15 días en cuidados intensivos, y la razón fue que mi mama falleció en una operación por un mal diagnóstico. Di todo de mí durante 30 días que estuvo en el hospital, estuve con ella siempre al grado de caer en el hospital por diabetes gestacional no identificada y preclampsia todo por estrés, creo que cualquier hijo hubiera hecho lo mismo.
Cuando nace tu bebe se supone que uno debe estar acostada guardando reposo “apapachada” y “apapachado” a tu bebe disfrutando el momento, yo en cambio estaba sufriendo un duelo porque acababa de perder a mi mama, tenia una cesárea y tenia que ir al hospital a tratar de darle de comer a mi bebe.
Ese sentimiento de desear la sabiduría de mamá y soñar con eso desde chiquita y de pronto no tenerla te da más tristeza es una ansiedad horrible. Recuerdo, como muchas otras mamás, que me sentí muy sola, te aíslas de todos, no sabes con quien hablar, dónde buscar ayuda, porque no sabes que la necesitas y crees que nadie más está viviendo esto.
Y aunque mi esposo, fue mi apoyo total, sentía culpa por que él estaba cansadísimo, agotado, partiéndose en mil porque tenía que trabajar, cuidarme, llevarme al hospital, luego cuidar al bebé en el hospital y sufrir también su duelo de perder a su suegra, estar perdiendo a su esposa, tener a su bebe en UCIN y no poder hacer nada.
Es importante buscar ayuda para no quedarse estancado y hablarlo. No se sana rápido, pero sí ayuda mucho el tener con quien desahogarte, de preferencia un tanatólogo o un psicólogo que tenga especialidad en duelo. No debemos tener miedo de pedir ayuda o incluso recibir tratamiento, debemos buscar aferrarnos a algo, nuestros hijos, familia y no dejar que nos hunda la depresión.
Es normal preguntarse ¿de verdad murió? ¿fue un sueño? Pensamos que no es justo porque el mundo sigue, la gente sigue en su trabajo, todos siguen viviendo y tú te quedas estancada. Puede durar días o puede durar años… a veces una vida para superar esto, así que ten paciencia y veras que tal vez la vida no será como tu la esperas pero vienen cosas muy bonitas con tu familia y tus hijos. Aprendamos a aceptar que las cosas son diferentes y agradecer por lo que aún tenemos, en este caso era mi bebé y mi esposo.
Es muy importante encontrar un grupo de amigas afines a lo que piensas y sientes, que no te juzguen, que no te califiquen “como la peor mamá” y que con sus aportaciones positivas te ayudan a ser una mejor persona. Si no tienes amigas con las que puedas compartir esto o que lo hayan vivido; no te preocupes, una opción puede ser buscar en redes sociales, es así como yo conocí la cuenta de @yougotthis_mom y otras. Suelo refugiarme en ellas, veo lo que hacen, cómo lo hacen, sigo recomendaciones y consejos ya que no tengo hermanas o mamá para aprender, dichos consejos fueron de gran utilidad cuando vivía en otro país, con otro idioma y conocer estas cuentas me ha solucionado muchas cosas.
Si estás acompañando a alguien en un duelo es importante saber que mucha gente no sabe qué hacer con las lágrimas de otros, recordemos que llorar no hace daño, hace daño quedarte con todo adentro, eso desata enfermedades. No trates de decirle cómo se debe de sentir esta persona, es muy importante que si no estás listo para escuchar, no preguntes ¿cómo estás? porque cuando alguien te busca para llorar, para hablar, y llorar, sus lágrimas son un regalo de confianza, porque esta persona está limpiando su alma.
Recuerda que no estás sola, aférrate a tus hijos a la gente que te quiere. Hazlo por ellos y por tu familia que te necesitan aquí.
Déjate ayudar por los médicos especialistas y sobre todo saca tu dolor … no tengas miedo de llorar frente a tus hijos … Es necesario normalizar el dolor de una pérdida y solo así podremos sanar.