Hace unos años escribí en este espacio sobre los “baby blues”. Acababa de tener a mi primera hija Valentina y acababa de pasar por esa etapa y platicaba exactamente lo que estaba sintiendo. Me di cuenta que muchas sienten culpa de sentirlo pues no saben que es esperado que pase en esos primeros días, incluso hay veces qué pasa por semanas.
Me acuerdo de intentar buscar ayuda y no encontrar con quien hablar. No entendía que era lo que estaba sintiendo y hoy después de mucho trabajo, cursos y terapia puedo entender un poco más y me gustaría compartirlo contigo desde mi experiencia pues sé que es un tema del que muchas no sabemos cómo manejar.
Desde el momento que nacemos todo lo que vivimos va moldeando nuestra historia y nuestros recuerdos, aún que ya sean inconscientes. Cada reacción actual ante cualquier situación tiene que ver mucho con lo que hemos sentido y vivido en el pasado, sobre todo los primeros momentos de vida que son los más importantes. Después de terapia y cursos, entendí que muchas veces no sabemos que tenemos cosas cargando desde bebés y cómo no les podemos poner nombre o recordar, brincan en nuestra vida ante algún cambio emocional fuerte.
Si cuando nacimos nos separaron de nuestra mamá o no fueron atendidas nuestras necesidades cómo nosotros lo necesitábamos (sabiendo que nuestra mamá hizo siempre siempre lo mejor que pudo) pero aún así siendo bebés, sin tener la capacidad de entender porque nos tuvieron que separar, o cubrir alguna necesidad, fuimos marcando esas conexiones en nuestro cerebro.
Nuestros bebés y nuestros hijos son realmente como dicen, un espejo. Cada hijo trae y regresa asuntos tuyos que no has podido resolver en sus diferentes etapas. Para mi fue un parteaguas entenderlo así. Cuando nació Vale ella me recordó mi propia historia al sentir todas esas emociones y poco a poco eh ido investigando hacia atrás, con pláticas con mi mamá sobre esos momentos de bebé y voy armando un rompecabezas y entendiéndome también a mi misma por sentirme así y tratando de ser muy consciente. Creo que pasé de sentirme primero muy culpable de sentir los “baby blues” a normalizarlo cuando escribí aquí por primera vez, y de ese momento hasta ahorita he intentado cambiar de nuevo esa idea. En vez de decir “es normal” pienso “es súper esperado” porque de esa forma si entiendo por qué me paso y con mi segundo bebé, porqué me estaba pasando otra vez, pero no quedarme ahí, si no buscar ayuda para destrabar y estar mejor para mis hijos.
Esta vez mis baby blues llegaron diferente porque no les quise llamar por ese nombre. Con Fede, mi segundo bebé, yo sentía que iba a estar 100% preparada y trabajada (estuve trabajando en terapia, me informe más sobre la lactancia, el nacimiento humanizado, etc) y ahora fue diferente cómo Fede me vino a recordar otras cosas mías.
Batallé mucho con el pecho y tenía grietas horribles y yo no dejaba de llorar de la impotencia (juré que por ser el segundo ya era una «pro) después de buscar asesoras de lactancia y hacerle corte de frenillo a mi bebé y seguir igual, mi mamá me decía “Cecy estás pasando por los baby blues” y yo decía no, algo me esta tratando de recordar Fede, y decidí que era algo emocional como ya lo había aprendido antes.. y busqué ayuda a las dos semanas y en el momento en el que lo entendí así e hice conciencia, me abracé, me entendí a mi misma, me hablé de que si podía y le hablaba a mi bebé también, lo vi desde mi propia historia, poco a poco fueron mejorando algunas cosas.. otras seguimos en el camino de mejorar.
Ha sido difícil esta vez también.. el sanar no es lineal y es un trabajo de toda la vida, ahorita se suman muchos factores (pandemia, falta de tribu) entre más cosas que gracias a Fede he decidido trabajar durante su crecimiento, pero me encanta saber que es por ahí el camino y que mis hijos me han ayudado a ser todos los días mejor.
La vez anterior que escribí aquí de los baby blues hablaba de cómo te sientes con las personas que te levantan y animan y cómo te sientes con las personas que solo opinan y te hacen sentir que no lo haces bien o que tus decisiones por tus hijos no están bien. Fue de las cosas que más pesaron con mi primera hija pero esta vez decidí hacerlo un poco diferente y realmente poner límites. Se me hizo clave para vivir los retos con más paz. Fue un poco más fácil estar sola por pandemia, pero aún así decidí que no quería en ese momento tener tan de cerca a personas que me dijeran comentarios negativos y tener solamente cerca a las que me ayudaran a empoderarme. Cómo dije en el pasado, se que nunca hay malas intenciones y el cariño sigue estando ahí, pero aún así, fue un momento donde yo tuve que decidir quien si me ayuda a vivir mejor ese momento y hoy me siento orgullosa de haber podido crear esos límites sanos o temporalmente necesarios para mi familia.
Quería escribirte para decirte que si estás sintiendo los “baby blues” y te sientes desesperada, no dejas de llorar, te sientes súper triste, no entiendes porque sientes esa falta de conexión con tu bebé o con tu esposo o con otro de tus hijos, es esperado que lo estés pasando, suelta esa culpa y abrázate primero y apapáchate mucho.. busca alguien (tu pareja, tu mamá) que tenga a tu bebé en brazos y le dé apapacho también, busca tu tribu (se que en estos tiempos ha sido bien difícil) y busca ayuda (terapia, alguien que te ayude a desenredar las emociones) porque gracias a tu bebé hoy entiendes más sobre ti y puedes liberarte de eso que llevas cargando para estar mejor contigo misma y para tu familia. Aprovecha esto que estás viviendo pues saldrás mejor y más consiente para darle lo mejor a tu bebé. Y no estás sola. Muchas estamos pasando por lo mismo que tú.