La lactancia viene con muchas emociones, retos y muchas dudas. Una de ellas para mi fue la crisis de crecimiento.
Cuando estas dando pecho la producción de leche se va modificando de acuerdo a lo que tu bebé va pidiendo, a mayor demanda más producción de leche. Sin embargo, hay momentos en donde el bebé parece no estar satisfecho y hasta pueden mostrar incomodidad al estar comiendo… tranquila, es normal.
Muchas veces esto puede causar angustia en nosotras y creemos que ya no estamos produciendo suficiente o que no los estamos alimentando bien. Las crisis o picos de crecimiento se muestran principalmente en los meses impares, pero también pueden pasar en cualquier momento de su crecimiento (esto me lo explicó el pediatra).
Cuando Mariana cumplió los 3 meses, yo ya sentía que tenía super manejado darle pecho. Ya no tenía problemas con que se prendiera, siempre estaba satisfecha y habíamos logrado tener una lactancia exitosa.
Pero después todo comenzó a cambiar. Mis pechos ya no estaban como antes, ya no sentía el bajón de leche y no se ponían duros. Ahora los sentía super blandos y batallaba para que Mariana se prendiera. ¿Qué estaba pasando? creía que ya no estaba produciendo igual.
Tuvimos dos días completos en los que la hora de comer era un drama. Ella lloraba como loca, se prendía unos minutos y después se quitaba llorando histérica. Estuve a punto de completarle con fórmula porque creí que ya no era suficiente mi leche, hasta que me acerqué con amigas, y me puse a investigar un poco más del tema y descubrí que no era la única.
Lo que pasa es que después de 3 meses, los bebés se vuelven expertos en succionar y en una toma de pocos minutos pueden extraer toda la leche que necesitan. Lo que antes tardaba horas, ahora en minutos pueden estar satisfechos.
Ahora tu produces leche en el momento que el bebé la necesita, y el cuerpo tarda sólo 2,2 minutos en proveer al bebé toda la leche que le hace falta. Pero obviamente, tu bebé entra en desesperación porque estaba acostumbrado a que inmediatamente succionaba y tenía comida, y ahora debe succionar un poco más para que comience a salir la leche.
Dentro de la página donde lo investigué, viene este ejemplo que me encantó:
«…hasta el momento de la crisis, los niños comían en un buffet con servicio las 24 horas, y nada más sentarse a la mesa ya tenían la comida ante sí. Cuando empieza la crisis, el restaurante mediocre se transforma en uno de lujo, hay que esperar al camarero, hay que leer el menú y esperar a ser servido, lo que se traduce en 2,2 minutos de espera, que les sienta muy mal durante el mes y poco que tardan en aprender que toca esperar 2 minutos para comer. La cantidad de leche que toman es exactamente la que necesitan, no hay problemas de falta de leche.»
Todo esto que escribí lo puedes consultar aquí, donde está explicado a detalle cada síntoma y cada etapa, porque si hay algunas diferencias.
Fueron unos días difíciles, de mucha desesperación y no encontrar una respuesta a lo que estaba pasando, pero lo bueno es que ya tenemos mucha información a la mano y podemos informarnos mejor. Apóyate en amigas o gente que conozcas que haya pasado por lo mismo que tú; eso nos hace sentir que no estamos solas y que es completamente normal. También busca apoyarte en tu pediatra y que te explique con detalle todo esto, eso nos puede dar más seguridad.
¿Te pasó algo similar? ¿Cómo fue tu experiencia? No dudes en dejar un comentario y compartir tus inquietudes, entre todas nos podemos apoyar.
…you got this mom!